Fuenlabrada
Emmanuel Macron ha cedido a las protestas de la calle y ha congelado los precios de los carburantes, la electricidad y el gas para acabar con el malestar de los manifestantes, conocidos como chalecos amarillos. Así ha conseguido calmar los ánimos hasta que encuentre una solución.
El gobierno francés tenía previsto incrementar las tasas del combustible y la gasolina a partir del próximo enero para recaudar 3.000 millones de euros al año.
Con este gesto el gobierno francés ha querido dar a entender que no iba a dejar que esta crisis pusiera en peligro la unidad de la nación. A partir de ahora se revisará el sistema fiscal francés.
El primer ministro Philippe recibió hace un par de días a los responsables de los partidos que exigían que se renunciara a la subida de impuestos. Macron también convocó a los ministros implicados en las protestas a un gabinete de crisis y anuló un viaje a Serbia por las protestas y el bloqueo de carreteras y autopistas.
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