El milagro islandés no es eso

Lo de la noticia de El País sobre el milagro islandés es de esas cosas que despiertan la sonrisa. Aunque es para reirse lo justo, por lo torticero del titular y todo lo demás. El paro más alto que conocen en Islandia es del 7%, así que estar en tasas de entre el 2 y el 4% es lo normal para ellos.

Se achaca el milagro de la pronta salida de la crisis a que Islandia no rescató a sus bancos, aunque sencillamente no hubieran podido hacer otra cosa. En los bancos islandeses y sus productos financieros se encontraban una buena parte de los ahorros islandeses, pero también de medio mundo. El principal perjudicado por la caída de sus entidades fueron los bancos y ahorradores del Reino Unido, con mucha diferencia.

Hay que tener en cuenta que el roto que hicieron los bancos de Islandia era imposible de coser. La deuda que hubiera originado sería varias veces superior al PIB del país, que en 2008 era de 10.800 millones, menos de un 1% del PIB español. La crisis de las Cajas españolas, que no de los bancos, supuso unas ayudas públicas que no llegaron al 6% de nuestro PIB y que además se repartieron a lo largo de un par de años. Así que eso de milagro, gracias a dejar a los bancos hundirse... y un jamón. Porque no hubo otra y la mayor parte de la fiesta no la pagaron ellos, el Gobierno islandés solo se hizo cargo de la parte doméstica de las operaciones, la parte extranjera se resolvió con la suspensión de pagos.

No debemos olvidar que hablamos de un país muy pequeño, 350 mil habitantes, con un PIB que es menos del 1% del español, para hacernos una idea en habitantes y riqueza como la ciudad de Bilbao o de Alicante. El impacto para la economía fue demoledor, en 2008 la renta per cápita se redujo ¡un 32%! La devaluación de la moneda alcanzó ¡el 80%! Su deuda externa llego a quintuplicar el PIB del país, la de España es el doble. Lógicamente las medidas de austeridad fueron brutales, buscando la consolidación fiscal, por medio de un fuerte recorte de gastos y pensiones, así como un notable aumento de los impuestos.

Resumiento el milagro Islandés es que son cuatro y el cabo y que el cachondeo ha corrido por cuenta de muchos otros. El festín islandés ha corrido por cuenta de inversionistas y bancos extranjeros, además de los sistemas de garantía de los respectivos países, en algunos casos. No hay más milagro islandés.